México es uno de los primeros países en implementar la fiscalización a través de un sistema electrónico, esto con la visión de tener un proceso automatizado y darles más facilidades a los empresarios y emprendedores para llevar el proceso con control y cautela. La factura electrónica, al igual que la tradicional impresa, permite describir los costos del producto o servicio y también los impuestos que están implícitos en esta transacción.

Además de ello, permite garantizar la autenticidad de origen e integridad del contenido de la misma, por ser electrónica no quiere decir que no tendrá la misma vigencia y legalidad que las facturas tradicionales, al contrario va a incluir un proceso mucho más controlado y minucioso, recordemos que los sistemas electrónicos son bien revisados para que no contengan ningún error en sus funciones.

Esta a su vez debe contener una firma electrónica para que sea válida ante el SAT y no tener inconvenientes posteriores, en rasgos generales no posee grandes variaciones, ya que, va a contener los mismos campos que una factura tradicional, claro está con sus cambios de acuerdo a los requerimientos de la ley.

¿Qué es el CFDI? Este no es más que las siglas de Comprobante Fiscal Digital que es generado por un contribuyente con el fin de fiscalizar sus ingresos y egresos ante el SAT, posterior a ello se le entregarán una firma digital que será utilizada en la emisión de cada factura y así poder legalizar el proceso sin inconvenientes.

El servicio de generación de facturas 3.3 busca que los contribuyentes de bajos volúmenes de emisión configuren una cuenta a través del sistema que les permitirá cargar la facturación de manera automática, por medio de una firma electrónica y un número de registro, este sistema pida actualizar los datos de registro para acceder al mismo.

Cada producto y servicio disponible para la facturación posee una clave y una unidad de medida estándar que debe verse reflejado en cada una de las facturas emitidas electrónicamente para que estas sean válidas, es importante tener en claro que tipo de actividad comercial tiene la empresa que queramos registrar en este sistema, ya que, eso va a ser la clave para obtener nuestra firma digital.

No es necesario utilizar un software en específico, al contrario cada empresa puede tener un software de libre manejo para facturar electrónicamente, lo importante es que cumpla con los requisitos del SAT y se lleve todo muy bien ordenado para que al momento de la auditoria todo este en regla.

En la página web del SAT se encuentra disponible el portal para la generación de la firma electrónica, pero antes de esto debemos procesar ante este organismo el RFC, Registro Federal de Contribuyentes, que nos servirá para continuar con el proceso, es importante que revisemos toda la documentación necesaria con el fin de tener todo bajo las normas legales.

Ahora ¿Qué esperas? Debemos estar a la vanguardia y sobre todo mantener nuestra fiscalización en la mejor legalidad posible para evitar multas y sanciones que puedan acarrear consecuencias graves para nuestra empresa.