El primero de julio del año 2017 entró en vigencia el nuevo formato de la factura electrónica en todo México, de la mano del Servicio de Administración Tributaria (SAT) busca de lograr que los contribuyentes realicen la fiscalización de una manera más rápida y que se minimicen los errores que había anteriormente al emitir cualquier factura.
Esto no es nuevo para los contribuyentes mexicanos, ya que, son aproximadamente 10 años desde que se introdujo este sistema al proceso de fiscalización pero la diferencia es que ahora se convirtió en algo obligatorio ante el SAT, por lo que los empresarios deben adaptarse a los nuevos requerimientos, además de esto, no simplemente se buscan beneficios para los contribuyentes, sino que, bajo la emisión electrónica se elimina toda emisión de facturas de manera tradicional, evitando así los problemas de almacenaje y los grandes costos a la nación.
Es requisito indispensable para los contribuyentes poseer firmas y sellos digitales que dan aval a cada una de las facturas emitidas y que deben ser tramitadas bajo las instancias del SAT para tener validez y poder ser completamente fiscalizables ante este ente.
Además de ello, es necesario contar con un software que automatice este proceso, algo nada complicado pero que debe estar sincronizado con los procesos que requiere la ley para evitar multas y penalizaciones graves, este software debe poder enviar la factura a los clientes mediante correos electrónicos, fiscalizar de forma automática y almacenar de forma correcta las facturas por un cierto tiempo.
Este sistema ayuda en muchas cosas, anteriormente los contribuyentes, debían solicitar un talonario de facturación en una imprenta autorizada por la Secretaría de Hacienda para que fuesen completamente legales, en estas facturas se debían plasmar los datos de cada cliente y su compra, lo que hacía que se llevará más tiempo de lo necesario, bajo este nuevo sistema todo el proceso se realiza en unos pocos minutos, haciendo que los tiempos de esperas se minimicen y al mismo tiempo se ahorre en costos de impresión.
Como ya te comentamos este tipo de facturación no es nuevo para los mexicanos, ya se viene utilizando desde unos años pero ahora entra en vigencia de manera obligatoria, la era digital nos arropa de una manera increíble y nos ayuda a minimizar esfuerzos y grandes gastos.
Con todos los cambios que ha sufrido el sistema de facturación digital en México, el país es catalogado como uno de los más desarrollados en este tema de la fiscalización electrónica y seguramente con el paso de los años se aumentarán las transacciones de fiscalización y los avances tecnológicos seguirán a la orden del día de este gran sistema.